Me preocupa Canarias, no un señor que pasaba por ahí
mayo 13, 2018
Hay un malestar generalizado y creciente con la
situación de la sanidad pública en Canarias, motivado por una larga lista de
penalidades que indignan a la población. Entre otras: listas de espera, falta de recursos humanos
en los centros sanitarios, colapso de las urgencias y el aumento del dinero
publico con destino a sanidad privada que impulsa una nueva ola de
privatización de la salud. Constatación clara de este último punto es el nuevo
concurso de concertación que mejora las condiciones para las clínicas privadas
y que impide el desarrollo del servicio público.
Solo promesas incumplidas es el balance de la
actual Consejería de Sanidad como se demuestra en el tremendo abandono de los
servicios sanitarios de Fuerteventura y el enquistamiento de déficits
estructurales que ahogan el sistema.
Nada personal tenemos los que criticamos las
políticas privatizadoras y privativas de Baltar, pues Baltar es un señor
puesto, hoy lo sabemos con seguridad, por los empresarios del sector sanitario
privado asociados a Coalición Canaria, con el objetivo de traspasar lo público
a la privada, de espaldas a la ciudadanía y los profesionales, a los que
incluso ha llegado a hacer responsables de la privatización.
Pero no va a
ser la primera vez que abucheen a Baltar, en público o en privado. Después de
casi un año y medio haciendo promesas que no cumple, ha agotado la credibilidad que traía. Ya no
cuela eso de presentarse como consejero-gestor recién llegado y responder con
promesas a todos los problemas que se presentan.
Toda esta situación, sin esperanza de salida
clara, conduce a un malestar que nos
tiene que llevar a la reflexión y a la acción. Se hace necesario, y ahora es el
momento, la constitución de una Marea Blanca en Canarias que defienda y
re-impulse la sanidad Pública, Gratuita y Universal, con los estándares de
calidad que nos aleje del vagón de cola de la sanidad en nuestro país.
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