¿Por qué Canarias repite (otra vez) como la peor de España en sanidad?

agosto 31, 2019

La Federación de Asociasiones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), acaba de hacer público su informe anual sobre los Servicios Sanitarios de las Comunidades Autónomas (CCAA), en el que Canarias repite por tercera vez consecutiva en la última posición. Desde el año 2009, en que comienza a publicarse  este informe, Canarias no ha superado nunca la penúltima posición.

El ranking sanitario por CCAA tiene importantes limitaciones metodológicas que la propia FADSP reconoce. No es fácil describir y comparar sistema sanitarios complejos en base a 33 indicadores. Y pese a las críticas y a los detractores no existe una alternativa consistente, contrastable y de fácil manejo. Actualmente es un referente mediático y una provocación para los que defendemos un Sistema Nacional de Salud que debería contar con un sistema de evaluación de procesos y resultados sanitarios que permitiera comparar a las CCAA y propiciar procesos de mejora bajo un método riguroso y objetivo.  Mientras tanto, no debemos resistirnos a la evidencia: Canarias es la última en este ranking, en lista de espera quirúrgica y de consulta, los peores en muchas de las cuestiones planteadas en el barómetro sanitario y los que más consultas hacemos a la sanidad privada. No está la sanidad pública canaria para festejos, y los que dudan de nuestra posición en el ranking deben explicar como es que tenemos la peor mortalidad infantil de España o que vivimos un año menos que la media nacional.

Superemos pronto la frustración del último puesto, busquemos las causas y las soluciones. ¿Por qué Canarias tiene la peor Sanidad de España? Sería presuntuoso indicar que conozco todas las claves, pero aquí van algunas de ellas:

Infrafinanciación sanitaria. 
El que algo quiere, algo le cuesta. No se puede pretender obtener buenos resultados en salud sin adecuada financiación. La primeras cuatro CCAA en el ranking del informe de la FADSP, tanto en el 2009 como en el 2019 coincide con las CCAA que más invierten en salud. No debe extrañarnos. Canarias tiene un gasto sanitario público per cápita en torno a la media, pese a que fue de las CCAA que más recortó en periodo de crisis (reducción de un 10% en el periodo 2009-2017) sólo superada por Castilla la Mancha.  Por tanto debe haber otros factores que expliquen la situación.

Ultraperificidad e insularidad. 
La lejanía respecto al continente genera costes propios de la importación de medicamentos y productos sanitarios, pero también la dificultad de acceder en condiciones competitivas a un mercado laboral donde poder atraer y compartir talento. Algunos de los mejores se marchan y nos cuesta atraer a los buenos. Además nuestro tamaño poblacional dificulta instalar servicios avanzados que en otras CCAA son habituales o compartidos. Cito por ejemplo la ausencia de una unidad de quemados o la dependencia del ciclotrón de Sevilla que produce los radiofármacos que usan los PET de los hospitales en el diagnóstico de patologías como el cáncer.
Igualmente soportamos en el coste de la insularidad, motivo por el que mantenemos, y con razón, quince hospitales públicos de buen nivel en Canarias: cinco en las islas no capitalinas y diez más en Gran Canaria y Tenerife. 
Volvamos a la comparación con otras CCAA. La complejidad de nuestra insularidad es superior a la de Baleares que pese a tener una financiación similar a la de Canarias puntúa siempre mejor en el ranking de la FADSP.  Aunque siempre he considerado más adecuado compararnos con Castilla y León que cuenta con una población similar a Canarias y con ¡más de 2.000 municipios con menos de 1000 habitantes!. Lo que supone  un grado de dificultad en la gestión sanitaria por dispersión geográfica similiar o superior a la nuestra.  Castilla y León siempre ha puntuado entre los primeros 5 puestos del ranking de la FADSP. En 2017 (último dato publicado de gasto sanitario público liquidado por CCAA) su inversión per cápita en salud fue un 13% superior a la de Canarias.
Ultraperificidad e insularidad tienen  un coste considerables, por lo que deberíamos asumir que para alcanzar  la media en calidad de los servicios sanitario deberíamos estar muy por encima de la media en financiación. 

Pobre planificación. 
Es un clamor entre los entendidos y profanos que Canarias no ha contado históricamente con una adecuada planificación. Prueba de ello son las escasas iniciativas legislativas o reguladoras del ámbito sanitario o la nula conexión entre los (pocos) planes de salud aprobados y la políticas de inversión en infraestructuras o política de personal. Probablemente seamos la Comunidad con menos convocatorias de empleo público para sanitarios de todo el territorio nacional. Antes de echar la culpa a los políticos de estas últimas décadas, que también, pensemos además que a río revuelto, ganancia de pescadores.

Privatización de la sanidad. 
La sanidad española es noticia todos los años por ser un modelo de referencia y posicionarse en el top 10 de los mejores y más eficientes sistemas sanitarios del mundo. Cuando los expertos miran a España para explicar su milagro sanitario, señalan las virtudes de un sistema nacional de salud público, gratuito y con vocación de universalidad. También citan entre las claves la potencia de un sistema de atención primaria de gran accesibilidad y coordinado.   A sensu contrario, los sistemas sanitarios privatizados generan grandes ineficiencias a gran escala, como el caso de Estados Unidos con los mejores profesionales y clínicas (caras) del mundo, y que en absoluto es considerado un modelo a seguir.  Canarias está entre las CCAA que más dinero destina a los conciertos sanitarios con clínicas privadas, la que más consultas al médico privado realiza por persona y año, y la que más hospitales privados por habitante tiene en su territorio.

Desigualdad social y pobreza. 
La pobreza es un determinante claro del estado de salud y Canarias tiene la segunda mayor tasa de pobreza de España. Menos conocido es el fenómeno de la desigualdad. Para dos comunidades o países con el mismo nivel de ingresos per cápita, aquel que mantiene mayor desigualdad entre ricos y pobres presenta también peores resultados en salud. Y Canarias es también de las CCAA más injustas del territorio nacional con indicadores como el de distribución de la riqueza S80/S20 que señala en Canarias una excesiva diferencia entre el 20% más rico y el 20% más pobre.

Retraso educativo sistémico.
Los sanitarios solemos hablar de la pobre inversión en educación para la salud o la falta de cultura sanitaria de la población en el uso de los recursos. Pero en Canarias estamos hablando de algo mucho más serio, sistémico, de transcendencia social e histórica:  altas cifras en abandono escolar temprano y tasas de repetición, bajas tasas de titulación, pobres resultados en evaluaciones tipo PISA. Todo ello tiene graves consecuencias en la situación socio-económica  de la población y en su salud.  Volvamos al benchmarking con Castilla y León donde buenos resultados en salud y en educación van de la mano.

Déficits en la Atención Primaria de Salud. 
Pese a que en algún momento Canarias fue puntera en el desarrollo de la Atención Primaria con la creación de los primeros centros de salud, nos encontramos con un sistema infrafinanciado, con insuficiente personal, condiciones laborales claramente mejorables, dificultad para atraer valor profesional (especialmente con carencia de pediatras y médicos de familia), demoras elevadas y dificultades enquistadas en la coordinación con los hospitales y otros recursos comunitarios.
En la comparación con otras CCAA no salimos bien parados. Sirvan de ejemplo el último informe sobre Atención Primaria de la FADSP y el barómetro sanitario del Ministerio de Sanidad.

Hasta aquí algunas de las claves o simplemente el inicio del análisis de una cuestión espinosa.

No existen soluciones mágicas, pero sí modelos cercanos en España con quien compararnos. Dejemos de considerar el presupuesto en salud como gasto y comencemos a considerarlo inversión. Pensemos que no toda inversión en salud genera mejoras en salud y comencemos a planificar. Defendamos una sanidad pública, gratuita, universal y de calidad, en la que la Atención Primaria de Salud juegue un papel clave dentro del sistema sanitario.
Y hagamos lo que hagamos, con una sociedad fracturada nunca obtendremos buenos resultados en salud.




Conflicto de interés.
Ricardo Redondas forma parte de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública de Canarias. No participa ni ha participado en la elaboración de ninguno de los informes que realiza la FADSP.

Agradecimientos.
Cuento habitualmente con colaboradores destacados. En esta ocasión quiero manifestar mi agradecimiento por la información facilitada, el enfoque y correcciones a mi querido Carlos Quesada.










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Un comentario

  1. Interesante articulo espero les cuento hace poco comencé este curso de gestión de centros sanitarios y he visto sobre la estructura del sistema sanitario público en España lo cual vi bastante interesante pero me gustaría tener mas referencias.

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