Hoy me ha sido comunicado mi cese como Gerente de Atención Primaria de Gran Canaria. Hace ahora justo un año asumí la Gerencia con el mandato de mejorar y modernizar la Atención Primaria en esta isla. Con el firme respaldo de la Consejera de Sanidad, Teresa Cruz, emprendimos entonces un ilusionante proyecto de transformación para el que he tenido el lujo y el placer de contar con el apoyo y la colaboración de un inmejorable grupo de grandes profesionales sanitarios. Les estoy enormemente agradecido. Durante estos doce meses hemos trabajado sin descanso, dando lo mejor de nosotros mismos, con absoluta entrega, lealtad, abnegación y vocación de servicio público, afrontando como mejor hemos sabido y podido el momento más crítico que ha tenido que vivir la sanidad canaria en toda su historia.
Hemos estado sometidos a una gran presión, debiendo tomar numerosas decisiones de gran calado y responsabilidad en circunstancias sumamente complicadas. Con nuestros aciertos y nuestros errores, confío en que han sido más los primeros que los segundos, hemos hecho frente en nuestro ámbito a una pandemia global sin precedentes, buscando optimizar los recursos y las herramientas que teníamos a nuestra disposición. Creo honestamente que hemos estado a la altura, que hemos podido ofrecer los servicios que los ciudadanos merecen con los recursos disponibles en el sistema público y que gracias a la implicación de los cerca de 4.000 profesionales que forman parte de la Atención Primaria en Gran Canaria hemos podido dar la mejor respuesta posible a los continuos retos que nos iba deparando esta compleja situación de emergencia sanitaria.
Pero durante este tiempo, especialmente en estos últimos meses, también hemos tenido que sufrir la inestabilidad orgánica, los constantes cambios de criterio y la ausencia de una estrategia firme y clara en la gestión política de la pandemia. En apenas 6 meses, hemos sufrido hasta 4 cambios en la dirección del Servicio Canario de la Salud, el último de ellos para colocar al frente del Servicio a alguien que se ha distinguido por su defensa de otros intereses frente al interés general. Considero que este nombramiento es incompatible con el espíritu de defensa de la sanidad pública que hace un año guió los cambios propugnados por este Gobierno y por las personas que en su representación asumimos las tareas de responsabilidad en los diferentes niveles de gestión.
Una vez liberado de mi responsabilidad como Gerente de Atención Primaria de Gran Canaria, retornaré a mi actividad profesional como médico de familia y como técnico de salud pública y también volveré, con más tiempo y energías, a la participación activa en los movimientos y organizaciones sociales con los que continúo firmemente comprometido. Las interminables jornadas de trabajo de lunes a domingo, sin apenas días de descanso, han hecho mella en mi familia. A mis padres, a mi esposa y a mis hijos les debo un tiempo que nunca podré compensarles.
Muchas gracias a todas las personas que me han transmitido su amistad, apoyo y colaboración durante todos estos meses. Espero y deseo que, de una u otra forma, podamos seguir compartiendo ideas e ilusiones en futuros proyectos al servicio de la ciudadanía. Gracias a Blas Trujillo y Alberto Pazos por su apoyo y por confiar en el trabajo que hemos realizado durante estos meses.
Salud Para Todas y Todos.