Idiota es el término que empleaban los griegos para referirse a los ciudadanos que no se implicaban en los asuntos públicos, los apolíticos. Y al parecer al principio no tenía el componente peyorativo que fue ganando con el tiempo.
Quienes son cercanos al mundo sanitario, independientemente de que estén en política o no, probablemente sabrán que en los últimos dos años uno de los mantras más repetidos y defendidos por el equipo al frente de la actual Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha sido: “somos independientes”, “estamos al margen de la política”, “somos un equipo centrado en la gestión y sin vinculación a partido político”, y supuestamente, sobre estas afirmaciones se habían basado para elegir a los miembros de su equipo. Pero pronto aparecieron las contradicciones, como la designación del Presidente del Instituto de Hemodonación y Hemoterapia por parte de Casimiro Curbelo (Presidente del Cabildo de La Gomera) y el veto a determinadas personas por tener el carnet del PP.
Nunca me tragué el discurso del "equipo gestor" y en más de una ocasión he sido crítico públicamente al respecto. Y ahora asistimos a la constatación pública de lo que planteo.
Vivimos en democracia, un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho a elegir a sus gobernantes. Las personas tienen derecho a decidir y también a militar en aquellas organizaciones con las que se sientan más identificadas, y esto es políticamente y socialmente enriquecedor, favorece el diálogo, la crítica, la diversidad de opinión e invita al debate: ¡Viva la Democracia!
Ahora bien, lo desconcertante es que en un estado de derecho donde uno puede posicionarse a favor o en contra de un color determinado, se intente desviar la atención y negar lo que las evidencias nos muestran día sí y día también. Me explico: que desde la Consejería de Sanidad se está trabajando desde hace meses en una campaña para favorecer a Coalición Canaria (CC) es de una evidencia palmaria. Recientemente hemos visto imágenes del Consejero de Sanidad y el Director del Servicio Canario de la Salud en la presentación de campaña de CC y son conocidas además las invitaciones a los gerentes a actos políticos en campaña electoral. En realidad, lo que ha trascendido es el malestar de los equipos directivos del Hospital Insular, Dr Negrín y Atención Primaria al recibir las invitaciones a un mitin político de quien ha reiterado hasta el hartazgo que es un Consejero independiente.
JM Baltar y Pedro Ortega, los consejeros "independientes", en un mitin de Coalición Canaria |
Y estas semanas se han intensificado descaradamente las medidas en sanidad, muchas veces promesas electorales que se han presentado como si fueran medidas definitivas y proyectos concluidos. Se han publicado vídeos financiados con fondos públicos sobre los que probablemente la Junta Electoral se posicionará en breve. No se puede usar el dinero público para sacar vídeos institucionales en campaña electoral.
Todo lo anterior tiene un marcado componente electoralista, que ni es nuevo ni sorprende. Hace meses que acontecen medidas que se pueden considerar de campaña o pre-campaña, dentro de las que se pueden identificar la estrategia Atención Primaria que nunca se implantó, la enfermera en la escuela que no llegó, la carrera profesional para personal eventual que cojea, y el NursingNow del que tanto hemos escuchado hablar y desde el que no se ha trabajado lo fundamental: la mejora de los ratios de enfermería por población.
Ya no engañan a nadie. La ciudadanía en general y los sanitarios en particular saben que están haciendo uso de sus influencias, y del propio servicio sanitario público para favorecer a Coalición Canaria. Sus intereses al respecto quizás no les generen conflicto, pero seamos claros, se está vulnerando el principio de neutralidad de las administraciones públicas en periodo electoral, y esto en Democracia, es inadmisible. ¡Viva la Democracia!