La alergia alimentaria es un problema de salud pública, que afecta la calidad de vida de los individuos que la padecen, y sin dudas sus familiares, ya que se encuentran con dificultades para la elección de alimentos adecuados para su alimentación y requieren cada vez mayor demanda de los recursos de servicios de salud. La importancia de las alergias alimentarias se debe al aumento de la prevalencia que se ha observado en los últimos años. La SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica), en el congreso celebrado en Octubre de 2016, destacaba el aumento en la prevalencia que ha experimentado la alergia a los alimentos en las últimas dos décadas, afectando en la actualidad hasta un 8% de los niños y entre el 3% y el 4% de los adultos en los países industrializados(1). En el año 2006 la prevalencia era de 4-6% en niños y 1-3% en adultos(2).
Claro está que no son la misma cosa las alergias alimentarias y las intolerancias, pero ambas constituyen un problema que no solo afecta al ámbito sanitario, sino que tiene una proyección comunitaria esencial en su manejo y prevención, y que irá a más en los próximos años.
Es cierto, que en las últimos años hemos avanzado muchísimo en información y concienciación tanto de los profesionales como de la población. Además, en España contamos con una legislación muy proteccionista y rigurosa respecto a las alergias e intolerancias alimentarias. No obstante, nos encontramos con situaciones en las que remitimos a los pacientes a una lista de consejos y pautas a seguir, imposibles de cumplir cuando estos mismos pacientes se enfrentan en su día a día en comedores escolares, trabajo, dificultades con el etiquetado de alimentos, menús incorrectamente elaborados en centros de restauración, etc. Una vez más, cuando un individuo se enfrenta a la sociedad, sencillamente, fracasa.
Para muchas personas resulta imposible compatibilizar las recomendaciones médicas con el día a día. Para muchos padres y madres su relación con el colegio, no solo en el comedor escolar, se convierte en una auténtica odisea. No solo son problemáticas las especificaciones sobre la dieta, sino la actuación ante una situación de reacción alérgica fuera del ámbito sanitario. Con frecuencia, aunque afortunadamente minoritaria, nos encontramos con profesorado reacio a asumir las pautas de actuación básicas ante una caso de anafilaxia: medidas de seguridad, solicitud de auxilio e intervención con medicación si se precisa. Es lógico manifestar miedo ante lo desconocido o ante una situación de riesgo vital, pero también que el deber de socorro nos incumbe a todos y todas, no solo a los sanitarios. Por otro lado, constatamos casos, también minoritarios, en los que responsables de cuidados no sanitarios prefieren no recibir formación para “no tener la responsabilidad de actuar”. Además de la falta ética que supone este posicionamiento, constituye un caso de “ignorancia deliberada” que también es punible jurídicamente.
A pesar de lo que socialmente hemos avanzado y la estricta y específica normativa al respecto, las personas con alergias/intolerancias se encuentran con muchas barreras a la hora de elegir un lugar seguro donde comer fuera de casa, interpretar la carta del restaurante o recibir información completa sobre lo que va a consumir. Este tipo de situaciones ponen de manifiesto las dificultades en el manejo de estas situaciones que van más allá del manejo en la consulta o servicio de urgencias. Una vez más, la atención primaria tiene un reto ante un problema de salud que trasciende a la consulta y penetra en la comunidad. Son necesarias intervenciones en el ámbito comunitario (colegios, comedores escolares, asociaciones, etc) que promuevan hábitos saludables y seguros. Además, no podemos perder de vista, que la preocupación por la seguridad alimentaria deje en segundo plano la importancia de una dieta equilibrada que afronte la problemática acuciante en el mundo y en Canarias de la obesidad.
La pregunta es si, una vez más, nos quedaremos ajenos a este reto por la falta de tiempo y de recursos. Y desde luego no será por falta de conocimientos, experiencia o actitud.
Artículo escrito conjuntamente por Ángeles Reguero Marrero y Ricardo Redondas Marrero
Artículo escrito conjuntamente por Ángeles Reguero Marrero y Ricardo Redondas Marrero
1.
XXX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Alergología e
Inmunología Clínica. Documento alergia alimentaria IgE mediada. San
Sebastián; 19-22 de Octubre de 2016.
2.
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
agricultura- Organización Mundial de la Salud, Codex Alimentarius
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