Estos
días fue noticia, coincidiendo con la visita del consejero Baltar a
Fuerteventura, el debate sobre la necesidad de disponer de un
servicio de radioterapia en la isla majorera. Eso que se ha
denominado "búnker de oncología radioterápica", que
viene a ser el espacio donde debe instalarse el acelerador lineal de
partículas, aparato de altísima tecnología, que permite tratar
distintos tipos de cáncer, de forma curativa o paliativa.
Podría
exponer ahora los argumentos técnicos a favor y en contra de su
instalación en Fuerteventura, pero ya les adelanto la postura
generalizada y que responde al sufrimiento de las familias y a los
intereses económicos y políticos que hay detrás: SÍ al búnker en
Fuerteventura. He
estado allí, cuando era director general de Salud Pública,
debatiendo sobre este tema con y contra representantes del
Cabildo, Ayuntamientos, representantes de pacientes oncológicos, y
otras organizaciones. Con ellas pude debatir y confrontar argumentos,
pero con los que realmente no puedo enfrentarme es con el dolor de familiares de pacientes que han visto y ven que se tienen que
desplazar a Gran Canaria para recibir tratamiento en condiciones
físicas y emocionales que no invitan a viajar, ni en barco, ni en
avión. Es difícil, imposible para mí, poner argumentos técnicos
frente al dolor de una familia, frente a los que se debaten entre la
vida y la muerte, o frente a los que están viviendo un luto
anticipado. Por eso no es fácil oponerse al búnker de
Fuerteventura.
También
se ha propuesto un búnker de oncología radioterápica para
Lanzarote, y como los argumentos son los mismos y el sufrimiento
humano también, hay un SÍ generalizado al búnker de Lanzarote.
Además el consejero Baltar ha anunciado recientemente que “Lanzarote
va a tener el mismo grado de compromiso que tiene la isla de
Fuerteventura. En ese sentido, en el próximo ejercicio económico se
posicionará la correspondiente partida económica para iniciar los
estudios del búnker de radioterapia”.
Y
cuando en La Palma se genere el mismo debate, ¿daremos también un
SÍ?, ¿y en La Gomera? ¿y en El Hierro?. Puede que El Hierro nos
parezca muy pequeño, y objetivamente lo es, para tener un
búnker de radioterapia, lo cual nos lleva a valorar el tema de las
ratio de población que justifican y permiten tener un mínimo de
calidad a estas unidades. Seré breve.
Los
criterios que se están utilizando en España para la planificación
de la radioterapia siguen las directrices del documento de Unidades
asistenciales del área del cáncer del Ministerio de Sanidad sobre
estándares y recomendaciones de calidad y seguridad, que plantea que
la planificación de tratamiento del cáncer debe ser regional
(aproximadamente 1 millón de personas) y no tanto local. Esta
postura está consensuada por 17 sociedades científicas y el
documento puede consultarse en internet (https://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/docs/Cancer_EyR.pdf). En este documento se
establece, entre otros muchísimos requerimientos de calidad, que "el
número mínimo de aceleradores lineales por unidad debe ser de dos
(400.000 habitantes es el ámbito poblacional mínimo)".
¿Qué
pasaría si se instalara 1 acelerador lineal en Fuerteventura?. Para
empezar el mínimo que aconsejan los expertos por cada unidad, por
cada búnker, es de 2. Fuerteventura tiene una población sanitaria
(la adscrita al Servicio Canario de la Salud) de 98.817 personas, por
tanto el número de pacientes tratados en esta unidad sería muy
inferior a los que se aconseja para alcanzar un mínimo de calidad.
En una de las propuestas se contempla que el búnker en Fuerteventura
fuera también para Lanzarote. ¿Admitirían esto en Lanzarote o
preferirían trasladarse a Gran Canaria con más experiencia y por
tanto mejores indicadores de calidad? ¿Querrían los pacientes de
Fuerteventura ser tratados en esas condiciones? ¿o preferirían
trasladarse a Gran Canaria? al fin y al cabo está en juego la vida,
no es un tema de desplazamientos ni de dinero.
¿Qué
pasaría si se instalara 1 acelerador en Fuerteventura y otro en
Lanzarote como propone el consejero Baltar ("mismo grado de
compromiso")?. Lanzarote tiene 136.336 personas adscritas
al Servicio Canario de la Salud, por tanto su equipo de trabajo
estaría también con una actividad por debajo de la mínimo
recomendada. Pero no solo eso, Gran Canaria, con sus 845.000
habitantes se quedaría por debajo de ese millón de habitantes
mínimo recomendado para una gestión de calidad óptima a nivel
regional. ¿Aceptaríamos entonces que el tratamiento sea mejor en
Tenerife, que sí mantendría su población de referencia por encima
del millón de habitantes? ¿alguien ha pensado en la población
extranjera residente en la provincia oriental, más de 127.000
personas? Conociendo esto, ¿se marcharían a sus países de origen,
europeos en su mayoría, que si respetan los ratios de calidad? Tal
vez eligieran desplazarse igualmente a Tenerife pues igualmente está
en juego su vida.
No
tengo valor ni argumentos para convencer a una familia que sufre
intensa y prolongadamente por culpa del cáncer, pero creo que a los
políticos les toca tomar las mejores decisiones, y SÍ, serán
decisiones políticas. Resulta paradójico que quienes vinieron a
profesionalizar la sanidad de la mano del presidente Clavijo sucumban ahora a las pasiones políticas en un tema tan serio y tan
estudiado. Aquí sí se puede hacer una valoración técnica,
escuchar a la gente, sufrir con ellos y aguantar el chaparrón porque SÍ, el sufrimiento humano, no atiende a razones ni cifras. Si
mi hija tuviera cáncer, Dios no lo quiera, y viviéramos en El
Hierro, querría disponer del mejor tratamiento del mundo para ella,
y no dudaría en desplazarme a donde fuera necesario para
conseguirlo. Ojalá ese mejor sitio, llegado el caso, estuviera en
Canarias.
Construcción de un búnker de radioterapia. |