Nos solicitaron que nos mantuviéramos en nuestros puestos hasta nuestro relevo, pues estábamos en fechas complicadas: fin de año, cierre presupuestario, transición en el Gobierno de Canarias, etc.
Han pasado más de 4 semanas y considero que esto se ha prolongado más de la cuenta. Por eso, hoy he presentado mi dimisión formalmente, con ánimo de que mi releve al frente de la Direccción General de Salud Pública del Gobierno de Canarias se produzca cuanto antes.
Así me dirigí hoy al consejero de Sanidad, José Manuel Baltar.
Estimado Señor Consejero:
Todo proyecto tiene su fin y, como pude comentarle personalmente, no me siento vinculado a este nuevo proyecto que usted inicia. He permanecido en mi puesto por lealtad institucional y porque así se me solicitó, pero creo que ya ha pasado tiempo suficiente como para designar a otra persona que se haga cargo de la Dirección General de Salud Pública que tan importantes retos tiene que asumir.
La Salud Pública del siglo XXI es, más que nunca, una parte fundamental para la salutogénesis de la población en Canarias. Enfermedades no transmisibles, como el tabaquismo y la obesidad, continúan azotando a la población del Archipiélago; enfermedades transmisibles, como el VIH y la tuberculosis, difícilmente serán controladas sin una gestión comprometida de los recursos públicos y la inequidad en Salud continúa afectando a una parte importante y poco visible de la población. Continuaré trabajando por ello como ciudadano y trabajador del Servicio Canario de la Salud.
Por todo esto, comunico oficialmente mi dimisión como Director General de Salud Pública. Deseo que esta renuncia sea aceptada lo antes posible, y por el bien de esta Dirección General, una nueva directora sea designada.